jueves, 25 de febrero de 2016

Opinión | Y Kyrgios explotó...

Y Kyrgios explotó



Estábamos convencidos de que iba a suceder. Tarde o temprano. En breve. Era algo inminente. Y ya llegó la hora. Nick Kyrgios ha explotado (esta vez su tenis, no su cabeza), podríamos oficializarlo. Todo llega y la ciudad francesa de Marsella tuvo el placer de presenciar 'la explosión Kyrgios' o su asentamiento, o eso parece. El tenista australiano se coronó campeón del ATP 250 de Marsella -el cual tenía cartel más propio de un 500-. Su primer título ha llegado a los 20 años. El rebelde, el cual ha estado asesorado por el ya retirado Lleyton Hewitt desde hace unos meses; aunque coquetea con Pat Rafter (otra leyenda del tenis aussie) y con Roger Rasheed (entrenador australiano que ya estuvo con Hewitt, Monfils, Tsonga o Dimitrov), conquistó el Open 13, donde dió un auténtico salto de calidad. 

En dicho certamen, Kyrgios jugó muy consistente y centrado. Inició su camino hacia el título venciendo en primera y segunda ronda ha peligrosos tenistas como lo son Vasek Pospisil y Teymuraz Gabashvili, a ambos los superó por un doble 6-4. Sin embargo, la sorpresa llegó en las siguientes rondas: en cuartos se cargó a Richard Gasquet -favorito #1 en Marsella- por 6-0 6-4, en semifinales fulminó a Tomas Berdych (6-4 6-2) y en la final derrotó a todo un experto en cemento indoor, Marin Cilic, por 6-2 7-6 (segunda final disputada en su carrera, ya que cayó en la de Estoril 2015 ante Gasquet). Es decir, se cargó de manera consecutiva al 8, al 10 y 12 del mundo. El salto de calidad es notable, pero también lo dió en el ránking, tras Marsella se colocó en el puesto número 33 del mundo. Muchos dijeron que esto se trata de una semana buena -flor de un día- y que tuvo suerte. Para callar bocas, Kyrgios ha demostrado su continuidad en el ATP 500 de Dubái (en juego esta semana), donde ya está en semifinales. Ha llegado ha dicha ronda tras batir a Martin Klizan (campeón ATP 500 Rotterdam 2016) por 3-6 6-3 6-2, a Mikhail Kukushkin por 6-3 6-2 y, hoy, se ha cargado a Tomas Berdych -favorito #3 en Dubái- por 6-4 6-4. En unos días ha ganado a dos top-10 (a Berdych dos veces) sin ceder ningún set. Suma diez victorias y una derrota en lo que va de 2016, a por todas el 'aussie'

No podemos negar que Nick Kyrgios ha destapado la lata, que ya la tenía casi destapada, y que va a más, este 2016 será el de mayor progreso y ojo no se vaya a llevar un trofeo de un Masters Mil (quizás lo diga precipitadamente, porque de Nick te puedes esperar cualquier cosa, tanto para bien como para mal), no me atrevo a decir el de un Grand Slam. Ya se asegura salir como número 27 el próximo lunes; a nada de su mejor ránking hasta hora (25), el cual podría superar si sigue avanzando en los Emiratos Árabes Unidos, en semifinales chocará ante Stan Wawrinka (ya tuvo un 'choque' fuerte -y no hablo de tenis- con el suizo). En el cara a cara ante Stanimal está 1-1 (cayó ante Wawrinka por 4-6 0-3 y retirada, Kyrgios avanzó hasta el puesto número 27, subiendo 6 posiciones)

Estamos ante un futuro número 1 del mundo y campeón de 'majors', pero ¿sabéis de quien depende?... de su cabeza y, esperemos, que deje atrás todos sus malos rollos generados en el circuito en el pasado, de romper raquetas, de su comportamiento inadecuado en pista, y todo lo demás a lo que ya nos ha acostumbrado y no nos sorprendería de que siguiese. A mí su show tenístico no me molesta, me refiero al de golpes increíbles, dejadas extrañas, saltos y demás. Desparpajo, talento y espectáculo, así se podría definir al joven australiano. Bueno, y un fuerte carácter que muchas veces le pasa factura -nunca mejor dicho, ya tuvo multas ATP por mal comportamiento-. Kyrgios, apunta a todo y este año será el suyo; el de la explosión, que ya ha comenzado. 




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